Los desafíos en la producción de huevos se han vuelto más complejos en los últimos años y satisfacer la creciente demanda de huevos será un objetivo importante para los agricultores, criadores y productores de alimentos. Además del progreso de la reproducción, se deben considerar influencias específicas de la producción. Sobre todo, el suministro de nutrientes esenciales para una calidad adecuada del huevo debe garantizarse durante todo el ciclo de producción de una gallina ponedora.

Alrededor de las 18 semanas de edad, las gallinas ponedoras comienzan la producción de huevos. El pico de postura se alcanza aproximadamente en la semana 30, después de lo cual el rendimiento cae constantemente. A medida que el peso del huevo aumenta a lo largo del ciclo de producción, la masa de la cáscara del huevo permanece casi igual. En consecuencia, la cáscara del huevo se vuelve más delgada y, por lo tanto, la calidad del huevo es más pobre en las etapas finales del ciclo de producción (Fig. 1). El período de producción de la gallina ponedora es limitado. Dado que el número de huevos vendidos por gallina es muy bajo desde un punto de vista económico, la gallina es sacrificada o pasa por el proceso de muda.

Además de la mencionada reducción en el grosor de la cáscara del huevo, hay varios factores que influyen en el número de huevos vendibles durante el ciclo de producción (Fig. 2). La higiene de los alimentos, por ejemplo, el contenido de micotoxinas en la dieta tiene una gran influencia. Las micotoxinas dañan el hígado que, a su vez, afecta negativamente la formación de la cáscara del huevo. Otro factor, más difícil de controlar, es la disminución dependiente de la edad en la disponibilidad de calcio (Ca) y fósforo (P). A medida que la absorción de estos nutrientes tiende a disminuir, el metabolismo de Ca y P se vuelve menos eficiente, lo que lleva a un agotamiento de las reservas de Ca en los huesos medulares. Las medidas de manejo nutricional pueden apoyar el metabolismo de Ca y P. El uso de formulaciones de alimentos pre-postura, alimentación dividida, ajuste de la forma y cantidad de caliza y mantenimiento de una relación Ca:P estable son algunos ejemplos. Además, se debe considerar el suministro de vitamina D, ya que es esencial para el metabolismo de Ca y P de las gallinas.
En conclusión, el rendimiento de las gallinas ponedoras disminuye naturalmente con la edad. Sin embargo, ajustar las formulaciones de alimentos y centrarse en un suministro adecuado de vitamina D y la salud del hígado puede ayudar a aplanar la curva y mantener el rendimiento de postura.